Paisaje, entredós poético con el sujeto: Alcances de las materialidades piedra y árbol en la poesía de Mario Melnik

Descripción

Toda producción regional conjuga lógicas de tradición y ruptura, que en el caso del NOA, como en otras regiones nacionales, se traducen en las luchas de poder entre la hegemonía rioplatense y los gestos locales de autonomía. En materia poética, la Generación del cuarenta, se reveló ante los parámetros centristas que configuraban la poesía de estas latitudes como expresión de una estética paisajista folclorista, referencial. Revitalizó el quehacer literario tras un corte con el regionalismo tradicional: el abandono de un marco espacial artificioso, para lograr la comunión con el paisaje al revitalizar lo telúrico y enraizar el alma y el sentimentalismo del poeta en las notas más ondas de la tierra.

Mario Melnik, poeta tucumano de los años ochenta hasta la actualidad, adhiere a los presupuestos escriturarios anteriores, no sólo porque entre sus filiaciones literarias enraíza firmemente el grupo La Carpa, sino también dada la configuración de una estética paisajista auténtica, alejada de los parámetros clásicos. A partir del análisis, es factible reconstruir un imaginario poético singular, en el que la voz de los poemas melnikeanos hermana su canto a los caracteres naturales, se cofusiona a la figuración paisajista como pares, seres horizontales en su identidad. El paisaje figura como alteridad dinámica del sujeto poético, entredós al decir de Dominique Combe, doble en cuerpo y espíritu.

El paisaje es constructo del sujeto, naturaleza vuelta objeto por su mirada. De modo concreto, se pretende puntualizar en la materialidad del imaginario poético, tras un recorrido por dos imágenes recurrentes: el árbol -representa un doble ontológico de la voz enunciadora- y la piedra -abrevadero del instante original de la palabra-. Se pretende circunscribir los alcances de la voz poética a través de un intento de aproximación a una elección estética particular en la obra melnikeana, abrevadero de una estética neorromántica de corte reflexivo, filosófico, recorrida tanto por lo culto como por lo popular, por diferentes cosmogonías (la judío cristiana, así como las surandinas) que profundizan el espacio configurado.