Resignificación del exilio-desexilio en El común olvido (2002), de Sylvia Molloy
Edward Said marca una diferencia tajante entre los exiliados y los expatriados que se van de su país por razones “no políticas” y voluntarias a la vez que sostiene, en Reflexiones sobre el exilio (2005), que “El exilio es algo curiosamente cautivador sobre lo que pensar, pero terrible de experimentar. Es la grieta imposible de cicatrizar impuesta entre un ser humano y su lugar natal, entre el yo y su verdadero hogar: nunca se puede superar su esencial tristeza” (p. 179). Ésta aseveración pondría considerarse la noción “canónica” de exilio.