La multiplicación de investigaciones sobre lo cercano en el marco de las trasformaciones de la disciplina antropológica, ha venido poniendo en debate en las últimas décadas la cuestión del exotismo y la alteridad en la práctica etnográfica. En este sentido, realizar trabajo de campo en una unidad de investigación científica, invita especialmente a reflexionar sobre las relaciones entre observador y observado.
En el proceso de etnografiar una escuela de cárcel, me encontré con situaciones que en el trabajo de campo se planteaban y no me resultaban desconocidas. La Unidad Penal N° 1 de varones “Juan José O'Connor” de Paraná, donde funciona la Escuela Primaria N°27 “Vicente Fidel López” era un territorio familiar para mí, desde hacía 10 años. Desde fines de 2005, soy parte de un grupo de universitarios extensionistas que iniciamos con los detenidos, diversos espacios educativos y culturales, desde la perspectiva de la comunicación comunitaria.
Nuestra contribución en este panel proviene de la articulación de experiencias muy diversas en el campo de la salud a partir del contrapunto entre las prestaciones del sistema público y la vida cotidiana de la población usuaria. En nuestra carrera como investigadoras realizamos numerosas incursiones indagando aspectos de la salud, desde las formas de instrumentar determinadas políticas, a profundizar en las prácticas de las mujeres para el cuidado de su salud y las de sus familias.
Durante el desarrollo de una investigación etnográfica para mi trabajo final de licenciatura en Antropología, pude acompañar el proceso formativo de operarios telefónicos de un Centro de Asistencia al Suicida (CAS) de la ciudad de Córdoba. Dadas algunas características de las actividades del CAS, el trabajo de campo estuvo poblado de ciertas restricciones. Así, frente a la imposibilidad de acompañar algunas de sus actividades cotidianas obtuve autorización para realizar observación participante en la formación de los aspirantes al voluntariado.
Los recorridos académicos en la escritura científica no son ajenos a las circunstancias personales en la trayectoria biográfica de quienes los experimentamos. Encuentros en confianza personal permiten cuestionar los saberes epistemológicos, metodológicos y teóricos arraigados en la tradición académica en la que se viene trabajando.
En el presente trabajo expondremos reflexiones y desafíos metodológicos que aparecieron durante el proceso de etnografiar corporalidades. Estas reflexiones analíticas nacieron durante la delimitación del campo, como así también en el trabajo etnográfico propiamente dicho.
En la siguiente ponencia describo diferentes situaciones suscitadas durante el trabajo de campo realizado entre trabajadores del mar peruanos y uruguayos, en el marco de mi investigación sobre varones peruanos que migran hacia Montevideo para embarcarse en buques de pesca industrial. Como mujer uruguaya, la interacción con dichos trabajadores estuvo significativamente determinada por estos dos aspectos de mi identidad: género y origen nacional, condicionando a su vez la recopilación de datos y su análisis.
El conocimiento de la lengua nativa ha sido una problemática central del conocimiento antropológico, en particular en contextos exóticos. Aquí, retomaremos el papel necesario que juega la lengua vernácula, en el contexto de un trabajo etnográfico realizado con inmigrantes chinos y taiwaneses que residen en Argentina, más específicamente, en la ciudad de Mar del Plata. De esta forma, obstáculos, dificultades metodológicas y otras situaciones suscitadas a partir de las barreras lingüísticas con el etnógrafo, serán abordados en el presente trabajo.
El objetivo de este artículo consiste en reflexionar acerca del cálculo referido a la temporalidad, tal como lo analizó Pierre Bourdieu en algunos artículos que están comprendidos en el texto señalado. Me interesa articularlo con la relación que un conjunto de productores de ropa, a quienes entrevisté durante el trabajo de campo, establecen con comerciantes de sus prendas. Específicamente, consignatarios que comercializan su ropa. Estos productores se identifican como diseñadores o marcas. O ambas adscripciones simultáneamente.
A partir del trabajo de campo realizado con magistrados de la ciudad de Córdoba, en el marco de la elaboración de mi Trabajo Final de Licenciatura, me propongo reflexionar acerca de los desafíos teórico-metodológicos que presenta el estudio de las elites. Según João Pacheco de Oliveira, existe un desajuste entre la formación dada a los estudiantes de Antropología y las condiciones en las cuales se hace efectivamente el trabajo de campo actualmente.
En el ámbito de la ciencia, la dependencia del conocimiento respecto de los datos a partir de los cuales articula su discurso pareciera ser inevitable. A esto puede obedecer la importancia de cuestionarse, frente a la necesidad de aportar un criterio de validez científicamente relevante, sobre los orígenes y naturaleza de esos datos, así como la forma en la que se los obtiene y/o construye.
Uno de los grandes problemas que ha atravesado a la etnografía en tanto enfoque, método y texto ha sido el de la integración entre las categorías y teorías del investigador con los datos empíricos. Esta ponencia tendrá como objetivo describir la forma en que se compuso mi trabajo de campo para problematizar el viejo problema de las articulaciones, tensiones y recomposiciones entre las categorías teóricas y los datos obtenidos a través de la interacción con actores sociales.
Desde el año 2000, se dicta la materia "Metodología Cualitativa de la Investigación Social" correspondiente a la carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Montevideo - Uruguay) desde la premisa docente "a investigar se aprende investigando". La modalidad del curso se estructura en función de ella, haciendo énfasis en que los estudiantes sean competentes en la aplicación de técnicas cualitativas de investigación y en análisis y no solo adquieran conocimientos desde la lectura, conferencias, aulas magistrales y manuales.
Una de las primeras interacciones con un de las madres que envían a sus hijos a la escuela fue la pregunta que titula este trabajo.
Me propongo en esta comunicación analizar las dificultades con las que me encontré haciendo etnografía en mis primeras entradas al campo y cómo la escritura etnográfica fue la forma mediante la cual pude problematizar relaciones y situaciones para continuar la tarea.
En el momento etnográfico inevitablemente se ponen a prueba esquemas, conceptos, nociones y significados que cualquier investigador/a adquiere previamente. Rápidamente vemos como la “realidad”, aquel escenario construido a través del cual se decide investigar, se presenta más compleja y dinámica de la esperada. Siendo una experiencia bastante compartida, ha ocupado un lugar central en los escritos metodológicos sobre etnografía o análisis cualitativo, presentando enriquecedoras propuestas.
Los estudios urbanos enfocados hacia la producción social del hábitat requieren la convergencia de distintas áreas de conocimiento, en perspectivas inter y transdisciplinarias para la construcción de nuevos métodos sujetos a la experimentación, ampliación de dominios y sistematizaciones. Las distintas formas de habitar el espacio se manifiestan en conflictos que pueden ser expresados en cartografías como una forma de ser objetivados por los actores protagónicos y visibilizados por el conjunto social
Algunos de los dilemas contemporáneos (teóricos y epistemológicos) del ejercicio de la Antropología parecieran disiparse al estudiar procesos sociales en los que lxs investigadorxs somos nativxs, permitiéndonos así minimizar algunos de los aspectos más problemáticos de la “Antropología en casa”, especialmente aquellos que tienen que ver con las implicancias en términos de “intervención” de los estudios etnográficos y con cuestiones relativas a la autoridad etnográfica y la participación.
En este trabajo se pretende indagar sobre la posición del investigador en el campo y su relación con los intereses de los habitantes. Es necesario explicar el rol del mismo: qué significa ser “docente colaborador” en una villa pletórica de conflictos espiralados. Se evidencian allí alianzas y enemistades que motorizan –positiva y negativamente- acciones de gestión de su territorio. Posicionarse en Ciudad Oculta como investigador implicó situarse frente a estos temas; y también junto a los actores con quienes se participa.