En el ámbito de la ciencia, la dependencia del conocimiento respecto de los datos a partir de los cuales articula su discurso pareciera ser inevitable. A esto puede obedecer la importancia de cuestionarse, frente a la necesidad de aportar un criterio de validez científicamente relevante, sobre los orígenes y naturaleza de esos datos, así como la forma en la que se los obtiene y/o construye.
Uno de los grandes problemas que ha atravesado a la etnografía en tanto enfoque, método y texto ha sido el de la integración entre las categorías y teorías del investigador con los datos empíricos. Esta ponencia tendrá como objetivo describir la forma en que se compuso mi trabajo de campo para problematizar el viejo problema de las articulaciones, tensiones y recomposiciones entre las categorías teóricas y los datos obtenidos a través de la interacción con actores sociales.
Desde el año 2000, se dicta la materia "Metodología Cualitativa de la Investigación Social" correspondiente a la carrera de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Montevideo - Uruguay) desde la premisa docente "a investigar se aprende investigando". La modalidad del curso se estructura en función de ella, haciendo énfasis en que los estudiantes sean competentes en la aplicación de técnicas cualitativas de investigación y en análisis y no solo adquieran conocimientos desde la lectura, conferencias, aulas magistrales y manuales.
Una de las primeras interacciones con un de las madres que envían a sus hijos a la escuela fue la pregunta que titula este trabajo.
Me propongo en esta comunicación analizar las dificultades con las que me encontré haciendo etnografía en mis primeras entradas al campo y cómo la escritura etnográfica fue la forma mediante la cual pude problematizar relaciones y situaciones para continuar la tarea.
En el momento etnográfico inevitablemente se ponen a prueba esquemas, conceptos, nociones y significados que cualquier investigador/a adquiere previamente. Rápidamente vemos como la “realidad”, aquel escenario construido a través del cual se decide investigar, se presenta más compleja y dinámica de la esperada. Siendo una experiencia bastante compartida, ha ocupado un lugar central en los escritos metodológicos sobre etnografía o análisis cualitativo, presentando enriquecedoras propuestas.
Los estudios urbanos enfocados hacia la producción social del hábitat requieren la convergencia de distintas áreas de conocimiento, en perspectivas inter y transdisciplinarias para la construcción de nuevos métodos sujetos a la experimentación, ampliación de dominios y sistematizaciones. Las distintas formas de habitar el espacio se manifiestan en conflictos que pueden ser expresados en cartografías como una forma de ser objetivados por los actores protagónicos y visibilizados por el conjunto social
Algunos de los dilemas contemporáneos (teóricos y epistemológicos) del ejercicio de la Antropología parecieran disiparse al estudiar procesos sociales en los que lxs investigadorxs somos nativxs, permitiéndonos así minimizar algunos de los aspectos más problemáticos de la “Antropología en casa”, especialmente aquellos que tienen que ver con las implicancias en términos de “intervención” de los estudios etnográficos y con cuestiones relativas a la autoridad etnográfica y la participación.
En este trabajo se pretende indagar sobre la posición del investigador en el campo y su relación con los intereses de los habitantes. Es necesario explicar el rol del mismo: qué significa ser “docente colaborador” en una villa pletórica de conflictos espiralados. Se evidencian allí alianzas y enemistades que motorizan –positiva y negativamente- acciones de gestión de su territorio. Posicionarse en Ciudad Oculta como investigador implicó situarse frente a estos temas; y también junto a los actores con quienes se participa.
A partir de este escrito reflexionamos acerca de las posibilidades que habilita la metodología del análisis de narrativas en el contexto de nuestro trabajo de campo en hospitales públicos. Las narrativas han sido obtenidas a partir de entrevistas en profundidad y de observación participante en diversos espacios de interacción, entre profesionales de la salud de distintas especialidades.
En el presente trabajo pretendo abordar interrogantes y reflexiones surgidas a partir del trabajo etnográfico realizado en una comunidad indígena huarpe ubicada en la provincia de San Luis, y en las oficinas de programas estatales de la misma provincia, encargados de administrar y gestionar políticas públicas para con los pueblos indígenas que habitan en San Luis.
En esta ponencia me propongo reflexionar sobre mi posición de investigadora “nativa” en el marco de una beca de investigación de pre-grado titulada "La transmisión intergeneracional de prácticas comunicativas bilingües en una familia correntina: el discurso de la prohibición del guaraní en cuatro generaciones".